MUERE LA DEMOCRACIA EN PUERTO RICO

Populares dan la batalla en el Senado 21Share Evalúan todos los reglamentos y disposiciones para lograr la renuncia de Héctor Martínez

Por: Pedro Rosa Nales / NotiCel - 10/3/11 5:35 PM

Expresiones del Senador Eduardo Bhatia solicitando, a nombre de la Delegación del Partido Popular Democrático, la expulsión del Senador convicto Héctor Martínez de conformidad con lo establecido por la Regla 45.1 (a) del Reglamento del Senado "La Regla 45.1 (a) del Reglamento del Senado de Puerto Rico dispone que una Cuestión de Privilegio es aquella que se plantea al Cuerpo sobre hechos o expresiones que afecten los derechos, la dignidad, el decoro, la seguridad y la seriedad del Senado, así como la integridad de sus procedimientos. Hoy planteamos una Cuestión de Privilegio de Cuerpo fundamentada en el hecho de que la determinación de culpabilidad de un jurado contra un miembro de este Cuerpo en la Corte federal es una seria situación que afecta la dignidad, el decoro y la seriedad del Senado. La determinación de culpabilidad por el delito de soborno es una de las causales incluidas en la Constitución del Estado Libre Asociado de Puerto Rico para la expulsión de un miembro de la Asamblea Legislativa. Igualmente, el veredicto de culpabilidad por el cargo de soborno y conspiración de soborno son delitos que tienen el agravante de que implican depravación moral. En la Sección 9, ante, se dice que se "…podrá decretar la expulsión de cualquiera de ellos [refiriéndose a los miembros del Senado] por las mismas causas que se señalan para autorizar juicios de residencia en la Sección 21. Mientras que en la Sección 21, se dispone que: "Serán causas de residencia, la traición, el soborno, y otros delitos graves, y aquellos delitos menos graves que impliquen depravación." No cabe duda de que un senador convicto por delitos de soborno y conspiración de soborno en el desempeño de su función legislativa es una determinación de repudio a una actuación deshonesta que denota un comportamiento contrario a la justicia, la honradez, los buenos principios y la moral. Es un severo repudio a un comportamiento que lacera la confianza del pueblo en sus instituciones públicas, en este caso de un senador que el jurado determinó había utilizado sus prerrogativas legislativas para adelantar una legislación de encargo a cambio de un beneficio económico personal por esa gestión.  Esta actuación delictiva merece el más enérgico repudio del Senado ya que pone en entredicho el honor y la reputación tanto del Cuerpo como de sus miembros. También pone en entredicho la integridad de los procedimientos del Cuerpo cuando mantenemos en su puesto a un senador que un jurado determinó que utilizó el proceso legislativo para su beneficio personal. Entiendo que todavía vivimos en un país con un sistema democrático de gobierno. El Senado no está por encima del sistema de justicia criminal. Aquí ante todo nos debemos a los ciudadanos que nos eligieron para representarlos de forma digna, honesta y con respeto a las instituciones gubernamentales. La mayoría parlamentaria pregona constantemente que vivimos en un país de "Ley y Orden". La "Ley y Orden" no son para la mejor conveniencia del que la invoca cuando quiera y como quiera utilizarla, sino que debe ser respetada en todo momento. La convicción del Senador Martínez Maldonado por los delitos de soborno y conspiración de soborno ya son causa suficiente para que el Senado del Estado Libre Asociado de Puerto Rico realice de forma inmediata los trámites de expulsión del legislador convicto. La mera permanencia de este senador convicto en el Senado de Puerto Rico es una situación intolerable y es un hecho que afecta la dignidad, el decoro y la seriedad de este Cuerpo parlamentario, así como la integridad de sus procedimientos. La intransigencia y defensa irracional de parte de aquellos senadores que avalan y protegen la presencia del senador convicto en este Cuerpo, es un lamentable mensaje a los ciudadanos quienes se cuestionan si los legisladores de la mayoría parlamentaria con su actuación lo que hacen es reconocer que no está mal utilizar el cargo de legislador para beneficio y lucro personal. Esta situación también afecta la dignidad, el decoro y la seriedad del Senado ante todo el país. Es por todo lo anterior que respetuosamente sometemos esta Cuestión de Privilegio de Cuerpo ante el Senado de Puerto Rico." que afecta la dignidad, el decoro y la seriedad del Senado." !