jueves, 21 de abril de 2011

Problemas en el nuevo gobierno egipcio

Abrumado el nuevo gobierno egipcioShare
Por su largo pasado político
Por: The Associated Press - 20/4/11 7:17 PM
      

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EL CAIRO (AP) — Los generales que gobiernan Egipto y los líderes de la insurrección que derrocó a Hosni Mubarak han estado atareados desmantelando al régimen anterior, sin atender debidamente los problemas que, de persistir, podrían comprometer gravemente el futuro del país.
En los dos meses desde el derrocamiento de Mubarak, los milicianos musulmanes tienen mayor presencia, el vacío permanente en la seguridad ha desencadenado una oleada delincuencial y el pésimo estado de la economía afecta la vida de la población.

Desde que Mubarak renunció el 11 de febrero, los generales han disuelto a la tristemente célebre Agencia de Seguridad del Estado y ordenado investigaciones penales de ministros del gabinete y empresarios allegados al régimen autocrático. Una corte superior disolvió la semana pasada el partido de Mubarak —Partido Demócrata Nacional— y tanto el ex presidente como sus dos hijos enfrentan acusaciones de corrupción y homicidio en relación con la muerte de centenares de manifestantes antigubernamentales. Pero una gran cantidad de problemas obstaculizan la transición a la democracia.

Varias figuras de la Hermandad Musulmana, el grupo político más grande en Egipto, agitaron el panorama recientemente cuando hablaron de instalar un estado islámico que conllevaría castigos como la amputación de mano por reincidencia en robo o azotes por beber alcohol. Shadi al-Ghazaly Harb, uno de los dirigentes juveniles que organizaron el levantamiento, dijo que esa declaración radical perjudicaría al grupo. "Es un menoscabo de la Hermandad, de nadie más", estimó. La Hermandad afirmó que esa declaración no refleja su pensamiento, pero los laicos y los cristianos, que son minoría en el país, temen que la Hermandad, con la ayuda de otros grupos islámicos, pueda algún día tener mayoría en elecciones legislativas.

En el sur de Egipto se desarrolla otra expresión de fuerza de los milicianos musulmanes. Millares de milicianos musulmanes en la ciudad de Qena han estado saliendo diario a las calles para protestar contra la designación de un gobernador cristiano. Los manifestantes han bloqueado el tráfico de trenes en vías vitales, ocupado oficinas de gobiernos locales, impedido la llegada de empleados a sus trabajos y forzado el cierre de la mayoría de las escuelas de la zona. El miércoles, suspendieron el sitio a las instalaciones gubernamentales, pero siguieron bloqueando líneas ferroviarias.

Los manifestantes, en su mayoría del movimiento radical Salafi, amagan con nombrar a su propio gobernador si el gobierno insiste en su posición. Los salafis, al igual que la Hermandad que es relativamente moderada, están formando partidos políticos para participar en los comicios legislativos de septiembre, y la Hermandad desea establecer un canal de televisión por satélite y un diario.

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