29 Mayo 2010
Río de lava, cenizas y muerte en Guatemala
El volcán Pacaya siembra el pánico en la capital y deja al menos 2 muertos
Ana María Cruz, de 78 años, camina sobre cenizas por la aldea Las Calderas en el departamento de Escuintla, 58 kilómetros al sur de Ciudad de Guatemala.
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Guatemala - La violenta erupción del volcán Pacaya, que el jueves sorprendió a los guatemaltecos y afectó un área de unos 100 kilómetros de radio en la zona central del país, deja al menos dos muertos, tres desaparecidos, 67 heridos y miles de damnificados, según estimaciones parciales de las autoridades.
El último informe de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), dado a conocer ayer, detalló que la erupción causó la muerte del periodista Aníbal Archila, quien se encontraba a casi 20 metros de las corrientes de lava cuando explotó el cráter, mientras que dos de sus camarógrafos lograron ponerse a salvo.
También se reportó la muerte del profesor de un colegio, identificado como Herber Gámez, de 22 años, que murió hoy al caer de forma accidental del cuarto piso del un edificio cuando limpiaba las arenas lanzadas por el coloso. Además, precisó que tres niños de entre 7 y 10 años continúan desaparecidos desde anoche y 67 personas han resultado con golpes y fracturas. Conred indicó que más de 800 casas sufrieron daños, entre las cuales unas cien colapsaron, en nueve comunidades asentadas en las faldas del volcán.
Erupción en Ecuador
Asimismo, el repentino aumento ayer de la actividad eruptiva del volcán Tungurahua, con fuertes explosiones y altas cantidades de ceniza y flujos ardientes, obligó a tareas de evacuación de cientos de personas de varias poblaciones de la zona, informó el instituto Geofísico.
El director de esa entidad, Hugo Yépez, expresó que “esta actividad estaría entre la segunda y la tercera más fuertes de todo el proceso eruptivo, desde que el volcán se activó en 1999”. “El sistema se ha destapado y eso implicó una vigorosa salida de ceniza que llegó por sobre los 10,000 metros de altura y que se dirige hacia el Golfo de Guayaquil”.
Testimonio boricua
El ponceño Rodney Rodríguez, quien trabaja para la Embajada de Estados Unidos en Guatemala, indicó a El Nuevo Día que la situación en esa ciudad era “caótica” el jueves por la noche, pues “llovía ceniza y se escuchaba el retumbo del volcán”. “Todo el patio y el frente de mi casa se llenó de cenizas”, explicó. “Murió un reportero muy querido por los guatemaltecos cuando una piedra gigante con fuego le cayó encima. Hoy (ayer) todavía sigue lloviendo cenizas pero muy poca”.
El último informe de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), dado a conocer ayer, detalló que la erupción causó la muerte del periodista Aníbal Archila, quien se encontraba a casi 20 metros de las corrientes de lava cuando explotó el cráter, mientras que dos de sus camarógrafos lograron ponerse a salvo.
También se reportó la muerte del profesor de un colegio, identificado como Herber Gámez, de 22 años, que murió hoy al caer de forma accidental del cuarto piso del un edificio cuando limpiaba las arenas lanzadas por el coloso. Además, precisó que tres niños de entre 7 y 10 años continúan desaparecidos desde anoche y 67 personas han resultado con golpes y fracturas. Conred indicó que más de 800 casas sufrieron daños, entre las cuales unas cien colapsaron, en nueve comunidades asentadas en las faldas del volcán.
Erupción en Ecuador
Asimismo, el repentino aumento ayer de la actividad eruptiva del volcán Tungurahua, con fuertes explosiones y altas cantidades de ceniza y flujos ardientes, obligó a tareas de evacuación de cientos de personas de varias poblaciones de la zona, informó el instituto Geofísico.
El director de esa entidad, Hugo Yépez, expresó que “esta actividad estaría entre la segunda y la tercera más fuertes de todo el proceso eruptivo, desde que el volcán se activó en 1999”. “El sistema se ha destapado y eso implicó una vigorosa salida de ceniza que llegó por sobre los 10,000 metros de altura y que se dirige hacia el Golfo de Guayaquil”.
Testimonio boricua
El ponceño Rodney Rodríguez, quien trabaja para la Embajada de Estados Unidos en Guatemala, indicó a El Nuevo Día que la situación en esa ciudad era “caótica” el jueves por la noche, pues “llovía ceniza y se escuchaba el retumbo del volcán”. “Todo el patio y el frente de mi casa se llenó de cenizas”, explicó. “Murió un reportero muy querido por los guatemaltecos cuando una piedra gigante con fuego le cayó encima. Hoy (ayer) todavía sigue lloviendo cenizas pero muy poca”.
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